martes, 11 de agosto de 2015

El fin de algo; el inicio de todo.

Durante años traté de auto-convencerme de que nuestra historia era imposible,
de que alguna vez tendríamos esa anhelada y feliz conversación en la que -como dos personas racionales- hablásemos de como nos sentimos durante todo ese y este tiempo,
soñaba 7 noches al mes con trepar por tus muros de piedra y abrir la puerta de tu alma.
Sin embargo, siempre supe que eso era colarse, que yo no era bien recibida,
me enseñaron a que no llamara a las puertas de quienes no me querían, por eso nunca volví.
Desesperadamente buscaba la solución mágica y efectiva para arrancarme las espinas,
para poder mirar hacia delante sin girar la cabeza ni un segundo.

Nadie podría pagar en este instante la plenitud emocional que siento al poder decir:
ya ha acabado, por fin ha terminado para mí.
Mañana será otro día, y por una cuestión de méritos personales y ajenos,
a pesar de que para decir «con Dios » nos sobraron los motivos hace mucho tiempo,
ha llegado el momento de decir que estos son los últimos versos que te escribo.

A día de hoy solo quiero darme las gracias a mí misma, por muy ególatra que pueda parecer,
por soportar la tempestad, por ser fuerte, por salir a paso firme y por no dejarme vencer,
y aunque nunca salgas entero de una historia de amor,
el crecimiento personal, el aprendizaje y la superación hacen que las ganas de vivir sean más grandes que nunca.

A veces solo hace falta un click. Un click para entender que ninguno de mis futuros es contigo.
Gracias a los dos, a ti y a mí. Por lo bueno, por lo malo, porque no es día de hacer balanzas,
es día de cerrar puertas, de cerrar ventanas, cambiar de barrio y sonreír por lo que está, por lo que nunca se fue, por lo que viene y por lo que vendrá; por la fortuna, por el talento, por las cervezas, por el amor sincero e incondicional, por la literatura, por los amigos, por la familia, por la felicidad.

Solo puedes mirar hacia delante cuando estás convencida de que al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos.







(Por último, y esta vez de verdad, aunque nadie vaya a leer esto. Estoy prácticamente segura de ello, no voy a seguir utilizando este blog, crearé uno nuevo, porque este empezó en una etapa de mi vida que ya no me pertenece, que no se corresponde con mis metas, mis ilusiones, mis sentimientos, mi vida y mi "yo" actual. No renuncio a ella, pero a veces hay que saber marcharse y empezar de cero. No tengo intención de borrarlo porque el pasado no se borra, está ahí, y lo primordial es que no haga daño a nadie. Los contenidos de este modo de desahogo personal y mala expresión poética están en una parte de mi corazón que ya no grita, que no habla, que no susurra, pero que fueron trascendentales para mí en otro tiempo. Simplemente, gracias; gracias por la vida, gracias por el presente, que es lo más valioso que tenemos.)

martes, 19 de mayo de 2015

Aunque tú no lo sepas


Como la luz de un sueño,  
que no raya en el mundo pero existe,  
así he vivido yo  
iluminando  
esa parte de ti que no conoces,  
la vida que has llevado junto a mis pensamientos.  

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto 
cruzar la puerta sin decir que no, 
pedirme un cenicero, curiosear los libros, 
responder al deseo de mis labios 
con tus labios de whisky, 
seguir mis pasos hasta el dormitorio. 
También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.



                                                                        Luis García Montero

domingo, 14 de diciembre de 2014

domingo, 7 de septiembre de 2014

Amor, del de verdad

Ojalá pudieras abrazarme y alejarme de todo el dolor que hay en mi mundo,
ojalá volvamos a tener nuestro paraíso, algún día, entre cuatro paredes,
ojalá no hubiera bombas que estallaran a cada palabra,
ojalá pudiera irme lejos, muy lejos y olvidarme de las personas que aquí habitan.

-

Sé que estás pasado el momento más duro de tu vida, y tú me has dado la mía. Siento hacerte derramar lágrimas y arrugar más tu rostro, y sobre todo, siento no ser como a ti te gustaría en todos los aspectos. Pero te amo, te adoro, eres mi familia, y la persona a la que más necesito en el mundo.
Por favor, no me abandones tan pronto.
Por favor, concédeme unos años más a tu lado.
Por favor, que estos abrazos no sean los últimos.
Por favor, no dejes ese sillón vacío.
Por favor, lucha por mí.
Por favor, no te rindas.
Por favor, quiéreme siempre, pase lo que pase, sea como sea.
Por favor, protégeme, ayúdame.
Por favor, entiende que nunca había sufrido tanto.
Por favor, por favor, permanece junto a mí. No quiero perderte tan pronto, sé que siempre te voy a necesitar, pero no te vayas tan rápido de mi lado.

Sigue cumpliendo velas, un 59 y otra tarta de limón, fotos cutres con el móvil, amor incondicional, ver tu sonrisa y el orgullo en las marcas de tu edad.

No permitas que ni el cáncer, ni la soledad, ni la tristeza te venza. No dejes que pueda contigo. Lucha, por ti, por mí, por papá. Lucha porque a tu edad sigues siendo joven y preciosa, sigues siendo coqueta y todavía te hacemos reír. Lucha por la vida, por tu instinto, lucha por el amor, por el futuro, por los momentos felices que juntos puedan quedarnos, lucha para darme más oportunidades de poder hacerte feliz. Lucha, lucha, por favor, lucha porque no puedo vivir sin ti.

Eres la mujer de las histérias, de las locuras, a la que no puedo engañar ni intentándolo, la mujer de las patatas con cuatro litros de aceite, la maniática de la limpieza, la de los perfiladores de labios, la de los ojos de china, la de los vestidos de tirantes, la obsesionada con las flores, la mujer que aún tiene tiempo de vivir.

Voy a estar siempre a tu lado, y puedo asegurarlo con toda la firmeza que mi corazón sea capaz de sentir, voy a estar hasta el último latido, que espero sea dentro de mucho tiempo.

Sientas lo que sientas, voy a amarte, voy a quererte bajo cualquier concepto y palabra.

Pase lo que pase, te quiero más que nada en el mundo, y espero que seas capaz de perdonarme cualquier cosa que pueda herirte, aunque no lo creas, intento hacerlo lo mejor que puedo.

Te necesito, te necesito.

Lucha por sobrevivir, vamos a luchar todos contigo. Vamos a hacer que estos 4 meses de infierno, y los que queden, merezcan la pena.

Te quiero, mamá.



You are my HOME


Apatía

Miento cuando digo contártelo todo,
miento cuando afirmo que sería imposible dejar de amarte,
miento a veces, solo a veces.
También le mentí a él, le expliqué que jamás podría olvidarle,
que nunca volvería a enamorarme de nadie de esa manera,
y no fue cierto.

Dicen que el primer amor es especial, lo creo sin ninguna duda. Pero tú eres uno de los seres más especiales que he conocido hasta ahora. No tienes los ojos más preciosos, ni una figura perfecta, y tampoco tienes mis creencias, pero amo todo eso. Amo tus ojos, porque se llenan de vida cuando llego. Amo tu cuerpo porque te aseguro que jamás he podido perderme tanto en ningún lugar. Y amo cada cosa en la que creas, ya que te respeto tanto como te amo.

Hablan del amor a fuego lento, y ha sido amor a fuego rápido, amor de desgastarnos la piel a diario, amor de caricias quemadas, amor escalofriante, y de estos que no se olvidan con tres tequilas.

Jodida relatividad que me ata a ti como un imán.

No quiero dejar de besarte, no quiero otro desgaste, no soportaría otra relación reducida a cenizas. No quiero volver a pasar por lo mismo, no contigo. Eres mucho más que todo esto, somos mucho más. 

Eres piel, sexo, sonrisas, orgasmos, complicidad. Eres corridas y llanto. Eres un año y medio. Eres vida.

Por favor,
no dejes que te pierda,
no me permitas olvidar-nos.

                                                                                                                           Quédate.

lunes, 11 de agosto de 2014

Annie Hall

-Annie (pensando): Ha sido estupendo, California no me parece mal, es una lata volver a casa.
-Alvy (pensando): Había muchas mujeres bonitas, ha sido divertido filtrear.
-Annie (pensando): Tengo que enfrentarme a la realidad, adoro a Alvy, pero nuestras relaciones ya no funcionan.
-Alvy (pensando): Esta noche tendré los problemas de siempre con Annie en la cama, ¿para qué continuar esto?
-Annie (pensando): Si tuviese el valor de romper...pero le haría tanto daño.
-Alvy (pensando): Si eso no me crease complejo de culpabilidad le pediría a Annie que se fuese, pero la destrozaría. Sin embargo, debo ser sincero.
-Annie: Alvy, seamos sinceros, me parece que nuestras relaciones no funcionan.
-Alvy: Lo sé, las relaciones son como un tiburón, tiene que moverse constantemente hacia delante o se muere. Y me parece que lo que tenemos entre manos es un tiburón muerto.