Es uno de esos domingos en los que me siento, y miro como pasa el tiempo. Que distintos estamos, conservando la misma esencia de entonces.
Supongo que simplemente quiero decir que en todo este tiempo no ha habido ni un solo día en el que salieses de mi mente, en el que no te haya recordado, y en el que no hayas estado presente. No he estado junto a ti físicamente durante todo este largo recorrido, pero espiritualmente nunca te has ido, ni yo tampoco me fui.
No sé que tiene más mérito, si seguir aquí después de todo, o si siguiésemos aquí de la forma en la que siguen todos. Recuerdo cuando te decía que no quería esto, pero que lo necesitaba. Realmente lo necesitaba, y siempre lo necesitaré.
Somos la esencia que nunca se ha ido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario