viernes, 29 de marzo de 2013

Madrugadas de autoayuda

Escribir va más allá de quitarte la ropa frente a la persona deseada;
Más peligroso que volcar todo tu ser y esencia en otro corazón -agitándolo y creando la más potente bomba atómica-
Es desnudarte por completo, y sin calcetines.
Consiste en expresar un montón de mierda que tal vez, solo tal vez, a nadie le importe.
Es arriesgarte a que te juzguen
y un modo de vida.

Una noche te sorprendes redactando tus batallas mentales,
porque me encanta poner patas arriba a las palabras
como hice con tu vida
y aún peor, con la mía.
A pesar de que esta primavera me está incrustrando algo de sol en el pecho
nunca es suficiente
para un vacío tan grande
que en términos literarios
se suele denominar
ausencia.

Palabras derramadas,
primer golpe, directo al corazón.
Ahora realmente lo entiendes: 
sentir nostalgia no es lo mismo que echar de menos.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Poema del primer día de primavera


La mitad de este poema es tuyo.
Es un poema flaco de cuando los desvelos
nos llenaban la boca de porqués,
es un poema que busca tu almohada
igual que un niño persigue los brazos de sus padres,
es un poema que vive instalado en las ciudades del pasado
arañando una respuesta en el bar donde nos conocimos,
ese bar que ya no puede regresar.
También es un poema que baja a la calle
y pasea a tres manzanas de tu casa,
rondando por la parada de tu cintura
por si te diera por bajar y volver a llamar,
por si te diera por decirme
que todo podría ser posible si fuera posible.
Así que finalmente debo decir que este es un poema imposible,
un poema como reunir de nuevo a los Beatles,
un poema que quiere dejar claro
que el amor es el dolor que no se va con aspirinas.
Es un poema gris, como un hombre gris
que tiene una vida gris, en un piso gris,
que vive dentro de una chaqueta color abandono.
Eso es mi poema,
un lugar donde he decidido no quedarme a vivir
porque es sólo para ti, que eres un recuerdo,
un recuerdo como un lobo y una caricia,
un recuerdo lo suficientemente enero
como para no querer volver a morirme de frío.
Mi próxima estación será la primavera,
ese lugar donde no estás tú.



               Marwan.

domingo, 17 de marzo de 2013

Ella era poesía; Él música

Ella no cesaba de escribirle. Él nunca la leía -cuantos textos dedicados entre lágrimas-
Él calculaba su amor y planteaba mil problemas matemáticos sobre la química que les unía,
Ella apreciaba su arte y la obra arquitectónica que simulaba cada mejilla al sonreír,
Él la solía llamar <<Diosa del orgullo>> en sus peores pesadillas.
Parecían tan similares. Son tan diferentes.
Ella se pregunta qué pasará cuando él se desvanezca totalmente: "¿A quién o a qué escribiré?"
Llegarán esos besos que no significan nada, pero que te limpian la garganta,
y te hacen soñar un poco sobre la fantasía de otros ojos mucho más verdes -más sinceros-.
El pragmatismo y la melancolía nunca casan, como juntar agua con aceite. Imposibles de unir.
Ahora mira desde los ojos de la felicidad, de una profunda tranquilidad, sabe que nada de eso le pertenece ya. Ni esos recuerdos son suyos. Están en el aire.
Hemos lanzado el globo.
Y no lo veo ni con las gafas puestas.

martes, 5 de marzo de 2013

"Recibimos flores y balas en un mismo corazón."

Juro que daría todo lo que tengo; cada órgano, cada recuerdo, 
para arrancarte de mi piel y frenar la putrefacción de mi alma.
Nada bueno queda ya en nuestro desierto.
Trajiste la mentira y se ha instalado aquí, ni un hueco me hace en la cama, la muy puta.
Se cuela ante mí en la ducha, y no me deja levantarme de la siesta.
Y la intento echar a gritos, a patadas.
Ni con lágrimas ha aceptado el traslado.