domingo, 24 de julio de 2011

A little piece of heaven

-Do you take this man in death for the rest of your unnatural life?
-Yes, I do
-Do you take this woman in death for the rest of your unnatural life?
-I do
-I now pronounce you

Lost

Ordeno el dolor, por categorías. Y pongo lo que más duele arriba, para recordar que tengo que eliminarlo enseguida. Abajo del todo, lo que pica, aunque sólo sea un poco. Mejor prevenir que curar, o eso dicen. Lo guardo en la estantería junto con unas muñecas viejas y cierro bien la puerta, no quiero saber nada acerca de mi vida en unos días. Vuelvo al sofá. Las doce y un minuto. ¿Dónde estás?



In division

Probablemente no nace el amor sino al nacer los celos; son los celos los que nos revelan el amor. Por muy enamorada que esté una mujer de un hombre, o un hombre de una mujer, no se dan cuenta de que lo están, no se dicen a sí mismos que lo están, es decir, no se enamoran de veras sino cuando él ve que ella mira a otro hombre o ella le ve a él mirar a otra mujer; en el mundo, sin más sociedad, sería imposible que se enamorasen uno de otro.

martes, 12 de julio de 2011

I'm not insane.

La belleza pasará de largo y no dejará huella el paso de su cuello por mi almohada. Ni una huella visible quedará de esas noches en que duermes acompañada pero sola, con alguien pero sola. Esos sábados dejarán como única herencia heridas invisibles. Y suele pasar que al día siguiente cuando él ya no está te ves queriendo huir pero sin saber de qué y entonces lo entiendes: ningún viaje fugaz entre unas piernas puede darte eso que buscas. Si. Es entonces cuando realmente lo entiendes.

And I've lost my power to feel, tonight.

Cuando él se fue todavía lo vi más claro: aquellos abrazos sin palabras, aquellas miradas sin proyecto, sin esperar grandes cosas de la vida eran sencillamente la felicidad. Ninguno de los dos era sincero pero lo fingíamos y ambos aceptábamos, de antemano, la situación. Pero las más de las veces, callábamos. Nos bastaba con mirarnos y sabernos. Nada nos importaban los silencios. Cuando estábamos juntos era suficiente.

Bitches, bitches everywhere.

Soy simpática.
Bueno, eso es sólo una etiqueta.
También soy una hija de puta.
Claro que eso no se dice cuando te estás describiendo.
El nivel máximo de sinceridad que he conseguido alcanzar se ha quedado en: Un poco borde y orgullosa.
Pero, a estas alturas, después de haber soportado gente y gente. ¿Quién es buena persona? ¿Quién se porta bien todo el rato? ¿Quién aguanta sin que la vena le estalle? ¿Quién no pone la zancadilla de vez en cuando para que el de al lado se rompa la boca?
No está mal ser una hija de puta. Y reconocerlo es mucho mejor. Es muy divertido. La gente no va por ahí diciendo:
"Hola, me llamo fulanito y me encargaré de que no me revientes la vida."
No suena muy bien y no es la mejor forma de hacer amigos. Claro que a mí me gusta dejar las cosas claras desde un principio. No soy de esas que esperan hasta el último momento para soltar el demonio que llevo dentro. En absoluto, yo lo suelto al principio. Un poquito. Un trocito. Y te advierto de que esta soy yo, y soy así, lo que ves, si te gusta genial y sino lárgate antes de que se me escape la mano, porque puedo hacerte mucho muchísimo daño.

What separates me from you.

Tu mandibula se ha roto en diecitantos cachos.
Mañana tocará reconstruirla.
Pero hay trozos que nunca se podrán volver a unir.
Y entre los dibujos de tus labios se preludían cosas que no eran lo que deberían y se confundían entre tanta pasión mal digerida. Ahora no hace más que repetirse.


But I remembered what it feels like beside you.

Había sido el mejor amanecer que Coco había presenciado jamás. Después de una noche desenfrenada se levantó, tenía el pelo revuelto hacía atrás, unas ojeras terribles, y la suela de los calcetines estaba sucia. Se dirigió al baño para lavarse la cara, salió, iba totalmente despreocupada, entró en la cocina y cogió una lata de CocaCola Light, y se tumbó en el sofá mirando al techo. Entonces también entró el, con el pelo desaliñado y los calzoncillos colocados rápidamente. Él miró a Coco, la cual se encontraba con la mirada perdida y una extraña sonrisa, se sentó a su lado y la abrazó, la besó y le recordó lo adorable que era.
Se estaba haciendo de día, y salieron a pasear por el jardín de la mano. Al rato, se sentaron en las escaleras de la casa, Coco le abrazaba, y le besaba la mejilla; él, le acariaba la mano.
Coco le miró y dijo:
-No podrías encantarme más, y aunque a veces seas un borde, y te fascine picarme y verme enfadada y piense que eres un completo idiota, en momentos como este, entiendo porqué te quiero, y todo lo que significas para mí.
Él esbozó una gran sonrisa, susurró:
-Yo también te quiero, porque eres la única con la que podría compartir un momento tan especial como este.
Entonces la volvió a besar.

Another way to day.

Ha empezado la cuenta atras, yo iré a la nieve, tú un poco más lejos. 
Aunque estás cerca, hace tiempo que no te veo, porque cada vez que bajo a tu rincón te encuentro diferente, un poco menos tú y un poco más de lo otro que hay en ti.
Es vomitívo, pero para mi te has desvanecido lentamente, hasta el punto en el que solo tu cuerpo y algunas débiles palabras que salen, costosas, de tu boca y entrecortando tu respiración, señalan tu existencia.


I'll burn your name into my throat.

Nos veo desde aquí. Un revoltijo de brazos y piernas entrelazadas, ojos pegados a alguna pantalla, siguiendo la historia, o tal vez pensando en otra cosa. No hablamos.
No hablamos y es tan magnífico. Cierro los ojos fuerte y fotografío mentalmente este momento tan significativo, ¡aunque nadie más que yo se ha dado cuenta, creo!
No tenemos nada que decir. Muchas gracias.


Sorprendentemente ya lo sabemos todo, tú lo mío y yo lo tuyo, y ahora mismo no hay nada que añadir. 
Silencio y simbiosis. 


We're out of time.

Cuando grites y el mundo te parezca tan cruel que decidas arrancarte el derecho a la vida, correré. Correré para salvarte. Y, probablemente no te salve. Pero prometo intentarlo. Prometo intentar que tú intentes salvarte. Y cuando las lágrimas se tornen tan densas que prácticamente pierdas la visión objetiva y subjetiva de aquello que los utópicos llaman realidad, saltaré. Saltaré para salvarte. Y, probablemente no te salve. Pero prometo intentarlo. Prometo intentar que tú intentes saltar conmigo. Y cuando la luz se apague, las fuerzas flaqueen y tus piernas no hallen la suficiente vida como para empezar a caminar, caminaré. Caminaré para salvarte. Y, probablemente no te salve. Pero prometo intentarlo. Prometo intentar que tú intentes caminar a mi lado. Y cuando la cal tape la sal y los limones pierdan hasta la última gota de ácido, cuando ya nadie pueda estirar tu sonrisa y la ciudad chirríe en la punta de tu nariz haciendo lo soportable insoportable, estaré. Estaré para salvarte. Y, probablemente no te salve. Pero prometo intentarlo. Prometo intentar que tú intentes estar junto a mi. Y cuando ya no vivas, viviré. Viviré para salvarte. Y, probablemente no te salve. Pero prometo intentarlo. Prometo intentar que hasta el último de los días, mientras continúes estando viva, vivas. Y cuando ya no vivas, yo prometo vivir por ti, para vivir contigo.